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jueves, 30 de julio de 2015
jueves, 28 de mayo de 2015
EL BOSQUE DE LA REPÚBLICA
En 1916 se empezó a construir el Bosque de la República, como homenaje al primer centenario del fusilamiento de los mártires del paredón (29 de noviembre de 1816).
Ese día, varios de los líderes de la naciente República de Tunja, como Juan Nepomuceno Niño y José Cayetano Vásquez, fueron acribillados por la infantería de la corona española para aplacar los sentimientos independentistas que nacían desde Tunja.
En 1999 el Bosque de la República fue decretado monumento nacional por el ministro de Cultura de ese entonces, Alberto Casas Santamaría. Los historiadores también creen que el terreno donde hoy está el parque, era un cercado indígena de un importante cacique de la región, en la época prehispánica.
Uno de los escenarios más conocidos del Bosque de la República es el lago artificial, donde hace años vivían gansos y patos. Hoy solo pululan las ratas. En el mismo sitio existía una escultura en bronce de un sapo, nadie da razón de su paradero, ni de sus actuales dueños.
Cada una de las columnas de piedra que encierran el escenario simbolizan un municipio de Boyacá, cuando Casanare hacía parte del departamento. Originales, solo se conservan el 80 % de ellas, la mayoría ha sido robada.
Además, los vecinos del parque señalan que algunas entidades gubernamentales realizan recurrentemente asados y verbenas allí.
MONUMENTO A LA RAZA INDÍGENA
En la glorieta del Norte de la ciudad de Tunja, en donde se bifurcan las vías para Sogamoso y Bucaramanga, se localiza el monumento a la Raza Indígena, con el cual se recuerda el sacrificio de Aquimín, el último Zaque de Tunja.
Según los cronistas indianos, Aquiminzaque sucedió a Quemuenchatocha en el Cacicato del Zaque de Tunja. Los españoles hostigaban constantemente a Quemuenchatocha para que les entregara todos sus tesoros. Ante ello, el Zaque siempre hizo resistencia de silencio, pues rara vez respondía a las preguntas que le hacían; siempre el silencio ante los halagos o los rigores. En una ocasión Quemuenchatocha dijo a los invasores: "Mi cuerpo está en vuestro poder, disponed a vuestro antojo, pero en mi voluntad mando yo". El Zaque murió en Suesca, lleno de tristez¡ y silencio, ante la poca ayuda de los Hunzas, quienes no lo defendieron e los días de la mayor violencia en la conquista.Los españoles nombraron a Aquimín, sobrino de Quemuenchatoch para que lo sucediera en el Zaquezasgo, y como era necesario un descendiente, los Hunzas consideraban muy importante buscar la esposa apropiada y realizar el matrimonio lo más pronto posible. La mujer escogida fue la hija del Cacique de Gámeza.
La noticia del matrimonio fue muy acogida por todos los Hunzas y los cacicatos vecinos; y para su celebración se hicieron grandes preparatos, varias comisiones de pueblos vecinos se trasladaron a Tunja.Los españoles pensaron que se estaba preparando una insurrección indígena; pues se estaban presentando varias rebeliones contra los conquistadores; entre ellas, las de los indios muzos, sutas, saboyaes, motilones, panches y otros. El problema principal era la escasez de las armas para afrontar la gran sublevación que se creía iba a ocurrir, como la que acaeció en México con Hernán Cortés en la llamada "Noche Triste".El conquistador Hernán Pérez de Quesada y los miembros de la Hueste hispánica, decidieron eliminar a los caciques indígenas, posibles autores de la insurrección aborigen, según ellos era indispensa hacer justicia contra los subversivos indígenas, y dar él escarmiento para los conquistadores. La decapitación de Aquiminzaquey sus caciques amigos se decretó en el año 1540 en la plaza mayor de Tunja, ante la picota, símbolo de la justicia hispánica.El conquistador Hernán Pérez de Quesada envió a sus capitanes para que comunicaran al Zaque ,Aquimín sobre la última decisión. Con tranquilidad, el último Zaque de Tunja dijo a los emisarios:
"Dí a vuestro general, que le debo el gran valor de quitarme de una vez y para siempre una vidaque diariamente me quitaba; y puesto que me hizo cristiano al robarme el poder temporal, no apresure tanto la muerte, ya que lo eterno nunca podrá robármelo". Y con una sonrisa de ironía despidió a los enviados que le trajeron la noticia de su muerte próxima.
Al día siguiente, en la plaza de Tunja, en presencia de todo el pueblo muisca y de los conquistadores españoles fueron decapitados Aquimín, el último Zaque de Tunja y los caciques de Toca, Samacá, Turmequé Suta y Boyacá, y otros indígenas. A otros caciques e indígenas se les dio tormento. Así fue decapitado el último Zaque de Tunja con sus compañeros caciques muiscas.El pueblo muisca de Tunja calló ante este sacrificio; fue el silencio de la raza derrotada ante la conquista española.como un homenaje a Aquimín, el último Zaque de Tunja, fue realizado por el escultor zipaquireño Don Miguel Sopó Duque en el año 1964. Consta de las siguientes figuras: un hombre caído que simboliza el Cacique Aquiminzaque¡ una mujer de pie que simboliza la sangre aborigen, representada en Adeizagá, la hija del Cacique de Gámeza, la prometida para su matrimonio en Tunja.
Según los cronistas indianos, Aquiminzaque sucedió a Quemuenchatocha en el Cacicato del Zaque de Tunja. Los españoles hostigaban constantemente a Quemuenchatocha para que les entregara todos sus tesoros. Ante ello, el Zaque siempre hizo resistencia de silencio, pues rara vez respondía a las preguntas que le hacían; siempre el silencio ante los halagos o los rigores. En una ocasión Quemuenchatocha dijo a los invasores: "Mi cuerpo está en vuestro poder, disponed a vuestro antojo, pero en mi voluntad mando yo". El Zaque murió en Suesca, lleno de tristez¡ y silencio, ante la poca ayuda de los Hunzas, quienes no lo defendieron e los días de la mayor violencia en la conquista.Los españoles nombraron a Aquimín, sobrino de Quemuenchatoch para que lo sucediera en el Zaquezasgo, y como era necesario un descendiente, los Hunzas consideraban muy importante buscar la esposa apropiada y realizar el matrimonio lo más pronto posible. La mujer escogida fue la hija del Cacique de Gámeza.
La noticia del matrimonio fue muy acogida por todos los Hunzas y los cacicatos vecinos; y para su celebración se hicieron grandes preparatos, varias comisiones de pueblos vecinos se trasladaron a Tunja.Los españoles pensaron que se estaba preparando una insurrección indígena; pues se estaban presentando varias rebeliones contra los conquistadores; entre ellas, las de los indios muzos, sutas, saboyaes, motilones, panches y otros. El problema principal era la escasez de las armas para afrontar la gran sublevación que se creía iba a ocurrir, como la que acaeció en México con Hernán Cortés en la llamada "Noche Triste".El conquistador Hernán Pérez de Quesada y los miembros de la Hueste hispánica, decidieron eliminar a los caciques indígenas, posibles autores de la insurrección aborigen, según ellos era indispensa hacer justicia contra los subversivos indígenas, y dar él escarmiento para los conquistadores. La decapitación de Aquiminzaquey sus caciques amigos se decretó en el año 1540 en la plaza mayor de Tunja, ante la picota, símbolo de la justicia hispánica.El conquistador Hernán Pérez de Quesada envió a sus capitanes para que comunicaran al Zaque ,Aquimín sobre la última decisión. Con tranquilidad, el último Zaque de Tunja dijo a los emisarios:
"Dí a vuestro general, que le debo el gran valor de quitarme de una vez y para siempre una vidaque diariamente me quitaba; y puesto que me hizo cristiano al robarme el poder temporal, no apresure tanto la muerte, ya que lo eterno nunca podrá robármelo". Y con una sonrisa de ironía despidió a los enviados que le trajeron la noticia de su muerte próxima.
Al día siguiente, en la plaza de Tunja, en presencia de todo el pueblo muisca y de los conquistadores españoles fueron decapitados Aquimín, el último Zaque de Tunja y los caciques de Toca, Samacá, Turmequé Suta y Boyacá, y otros indígenas. A otros caciques e indígenas se les dio tormento. Así fue decapitado el último Zaque de Tunja con sus compañeros caciques muiscas.El pueblo muisca de Tunja calló ante este sacrificio; fue el silencio de la raza derrotada ante la conquista española.como un homenaje a Aquimín, el último Zaque de Tunja, fue realizado por el escultor zipaquireño Don Miguel Sopó Duque en el año 1964. Consta de las siguientes figuras: un hombre caído que simboliza el Cacique Aquiminzaque¡ una mujer de pie que simboliza la sangre aborigen, representada en Adeizagá, la hija del Cacique de Gámeza, la prometida para su matrimonio en Tunja.
Santuario de la Virgen del Topo

Reina de la arquidiócesis y patrona de la Fuerza Aérea Colombiana. El Convento Mariano De Las Hermanas Concepcionistas es conocido también como Iglesia del Topo y a él acuden las personas a realizar plegarias por sanaciones, en especial de cáncer, la liberación de secuestrados, la reconciliación de los matrimonios y la solución de problemas penales. La festividad tiene lugar el primer domingo de Junio.
una iglesia colonial que se construyó en el Siglo XVII. Consagrado a Nuestra Señora de los Dolores del Topo iniciado en 1683, actualmente ostenta denominación de Santuario y se venera la Virgen del Milagro al cuidado de la Comunidad de la Inmaculada Concepción, monjas de clausura instaladas en ese lugar en 1880.
Quienes llevaron la milagrosa imagen en óleo sobre lienzo de autor anónimo del siglo XVI, renovada a mediados del Siglo XVII, en el convento original de las concepcionistas que fuera fundado en la ciudad en 1599.
El cuadro de la Virgen de los Dolores de El Topo, corresponde a la veneración que se hizo a esta imagen en El Topo, cerca a Muzo, es la patrona de los canónigos de Bogotá.
En el Templo se venera a la Virgen del Milagro, que se apareció en el antiguo Convento de las Concepcionistas el 24 de agosto de 1628. La Virgen del Milagro es la patrona de la Arquidiócesis de Tunja.
Este Templo tiene una sola nave rectangular, de testero plano. El techo está cubierto con numerosos adornos de flores y hojas de madera dorada.
Es de gran significación el retablo mayor del Topo, ejemplo del arte barroco del Siglo XVIII.
Pozo de Donato o de Hunzahúa
Pozo
de Donato o de Hunzahúa
De acuerdo con las tradiciones muiscas. el primer Zaque de Tunja fue HUNZAHÚA, quien se distinguió por su gobierno fuerte, el cual fue temido por ros súbditos.
Cuenta la tradición mitológica que Hunzahúa se enamoró de su hermana, haciéndose caso omiso del incesto, que era prohibido entre los Chibchas. Buscando algodón para las telas y arcilla para la cerámica, los hermanos viajaron a Chipatae en donde en arrebato de amor incestuoso se hicieron esposos.
La cacica madre al tener conocimiento del grave pecado de los dos hermanos, quiso castigar a su hija con la "sana" o sea el palo para revolver la chicha, pero la hija enamorada dio vueltas en torno a la vasija con gran facilidad.En un arranque de ira, la cacica madre lanzó la sana y rompió la múcura llena de chicha, la cual se fue regando abundantemente para formar un gran pozo, el que es llamado actualmente en Tunja, "Pozo de Hunzahúa".
Cuando Hunzahúa bajó de los Cojines del Zaque, después de su ceremonia matinal en homenaje al Sol, encontró en su cercado la triste realidad de su pecado y en sus alrededores una muchedumbre que protestaba contra los incestuosos hermanos. Los hermanos enamorados decidieron dejar definitivamente a Tunja y no sabiendo por dónde mejor guiarse, Hunzahúa arrojó una tiradera al aire que les señaló el camino hasta Susa. Allí la hermana incestuosa tuvo un niño que se convirtió en piedra y fue dejado en una cueva. Siguiendo la guía de la tiradera llegaron a las tierras de Bacatá y pasaron por debajo del Salto del Tequendama, en donde cansados y desilusionados determinaron convertirse en dos piedras que hoy están en la mitad del río.
El Tesoro de Quemuenchatocha
El Pozo de Hunzahúa es recordado también, como el lugar en donde el Zaque Quemuenchatocha escondió sus tesoros, ocultándose del afán de oro de los conquistadores españoles.
El Zaque mandó echar su gran tesoro de oro y esmeraldas en el Pozo de Hunzahúa, llevados en petacas de mano en mano de centenares de aborígenes, desde el cercado de Quimuinza (actualmente Convento de San Agustín), hasta la laguna sagrada.
De acuerdo con las tradiciones indígenas, la mayor parte del tesoro quedó en el fondo de la laguna, que hidrográfica y geológicamente es una fuente freática.
En busca del tesoro de Quemuenchatocha se hicieron varios intentos de desecamiento de la laguna. Uno de ellos lo hizo don Jerónimo Donato de Rojas en el siglo XVII y cuentan las tradiciones que gastó consiaerables sumas de dinero y puso muchos obreros sin alcanzar ningún resultado favorable; los tunjanos le dieron el nombre de POZO DE DONATO.
Dicen los tunjanos Que cuando una deuda no se paga en Tunja, "Cayó al POZO DE DONATO", es decir, se perdió para siempre.
También narra la leyenda tunjana que en el fondo del Pozo hay una larga viga de oro tendida horizontalmente por debajo de la tierra desde el lago hasta la Catearal de Tunja; si se dan fuertes golpes con un pesado martillo sobre la viga, al momento tiembla en la Catedral.
Esta Leyenda de origen colombiano, cuenta que fue Hunzahúa, uno de los pocos soberanos que impusieron su dominación sobre toda la nación chibcha. Era fuerte y luchador en las batallas. Pero la ruina de aquel hombre irresistible, no la acarreó ningún enemigo, sino sus desarregladas pasiones.
Tenía Hunzaúa una hermana tan hermosa, que no pudiera haberse hallado otra como ella entre todas las doncellas chibchas. El veleidoso monarca se enamoró apasionadamente de su hermana y comunicó a su madre su determinación. Negóse la madre a dársela como esposa. Cosa insólita debió parecerle a aquella grave matrona tan insensato antojo de su hijo. Los chibchas, al menos en los dominios de Zipa, tenían prohibido el matrimonio entre parientes, hasta el segundo grado de consanguinidad, y en toda la nación chibcha era tan abominable el incesto, que tenía siempre por castigo la muerte.
Quedó Huzaúa, anonadado ante la inflexible negativa de su madre. La más acerba tristeza abatió por muchos días el ánimo del soberano de los chibchas. Perdió el tino y el consejo, y prefirió huir a Chipatae, robando a su hermana de la tutela de su madre. En Chipatae la hizo su esposa. Algún tiempo después, el recuerdo de su madre desolada, los forzó a volver a Tunja al hogar materno. Bien comprobó entonces la madre que los dos hijos eran esposos, montó en cólera y dispuso corregir a en su hija tan enorme escándalo con un severo castigo. Echó mano de la sana, que era el palo de revolver la chicha; la muchacha, que no era tonta, se amparó tras de la tinaja. Esquivó el tremendo garrotazo, que dio estruendosamente sobre la gacha o moya. Toda la chicha se derramó y entonces se formó el pozo de Donato, que es como en nuestros días se denomina una famosa laguna, situada al norte de la ciudad de Tunja.
Los dos desalentados hermanos ya no dudaron que solamente huyendo de palacio podrían gustar la felicidad. Abandonaron a Tunja y partieron hacia el sur, hasta Susa. Aquí se dispuso con alegría el Zaque errante a recibir de su esposa el primer fruto de aquel su gran amor tan desdichado. Pero los nuevos padres quedaron espantados, al ver que el niño recién nacido se les quedó, de pronto, ante sus ojos, convertido en piedra.
Considerándose castigados por el Cielo, abandonaron Susa, sin saber qué rumbo seguir. Creyeron hallar en una encrucijada la señal que les indicaba el camino, y por él emprendieron un largo y fatigoso peregrinar, hasta que un día llegaron hasta el Salto de Tequendama. Allí resolvieron quedarse a vivir, sin ver ni oír a nadie, escondidos en los bosques cercanos. Al pasar la impetuosa corriente, sintieron los dos infaustos compañeros un súbito desfallecimiento: se miraron, y al mismo tiempo un hielo de muerte paralizó sus cuerpos, quedando allí convertidos en piedras en medio del río, hasta el día de hoy...
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